LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS TAMBIEN TENEMOS DERECHO A LA SALUD

El común denominador del actual sistema de salud es la poca pertinencia de los tratamientos ofrecidos, el retraso y la mala distribución del tiempo en la prestación de servicios, además de no entender a los pacientes como personas que tienen necesidades particulares, sino como objetos que integran una estructura de mercantilización en donde la salud esta condicionada y reducida a simples paquetes de servicios, lo cual va en línea con la política neoliberal empleada por el gobierno para continuar disminuyendo la calidad de vida de la población Colombiana, obligándola a subsistir en condiciones de pobreza cada vez más visibles.

El estado de emergencia social decretado equivocadamente el 23 de diciembre de 2009, no es más que la aceptación por parte del gobierno nacional de su incapacidad para ofrecer cobertura universal y atención integral y de calidad para la población colombiana bajo el sistema de intermediarios (EPS) y con una concepción de la salud como mercancía y no como un derecho fundamental que el Estado tiene la obligación de garantizar en conexidad con el derecho a la vida y el derecho a vivir.

Es así, como las medidas tomadas en el marco de emergencia social únicamente buscan continuar fortaleciendo el sistema arbitrario en el cual solo se favorecen los intereses económicos de quienes han hecho de la salud su negocio (intermediarios), ejemplo de ello es el crecimiento desmesurado de la EPS Saludcoop en sus 15 años de existencia, casualmente el mismo tiempo de vigencia de la ley 100 del 93.

Sumado a lo anterior podemos ver como el impuesto al consumo de licores, cigarrillos y loterías (los llamados vicios del pueblo según el ministro Palacios) y que son paradójicamente productos que a largo plazo solo terminan produciendo cáncer de hígado o pulmón entre otras de las llamadas enfermedades de alto costo y que al contrario de lo que se piensa en lugar de disminuir su consumo solo se aumentan los precios, solamente busca recaudar fondos para cubrir las deudas del Estado con las EPS y no con la red pública hospitalaria.

Por otra parte, dichos decretos continúan en la línea de condenar al pueblo colombiano a un sistema represivo representado esta vez y entre otras cosas, en las sanciones que serán aplicadas al personal de la salud si se solicitan tratamientos que estén fuera del “excelentísimo POS”, lo cual es una muestra más del interés de la partida Uribista de regularizar a conveniencia personal los recursos destinados para la salud, pues cabe resaltar que no es la primera vez que somos victimas de los malos manejos hechos por parte del estado, o ¿cómo olvidar los permanentes ataques al sistema de educación superior y en especial la arremetida a las universidades públicas?

Y es que no podemos continuar con la venda en los ojos ante esta cruda realidad, donde existen apenas 7 millones de personas que se supone hacen parte del empleo formal, sosteniendo un sistema de aproximadamente 41 millones de “usuarios” (Fuente: El espectador.com); una realidad en la que haciendo una operación matemática sencilla podemos ver como 4 millones más ni siquiera tienen acceso a un sistema que se supone se rige bajo el principio de la UNIVERSALIDAD.

Y si queremos seguir utilizando los grandes conocimientos que nos aporta la educación básica colombiana, analicemos lo siguiente: según los estudios del Asociación de Trabajadores de Hospitales y Clínicas_ ANTHOC el valor que costaría ofrecer al pueblo colombiano un régimen de salud de calidad es de 21 billones de pesos -, por otro lado, lo que el gobierno nacional recibe de ONGs europeas, más lo que destina del presupuesto nacional para salud suma 28 billones de pesos, ahora restemos 28 – 21 = 7 conclusión ¿donde están los siete BILLONES restantes? o lo que es peor, ¿En que se están “invirtiendo los 28 BILLONES” destinados a la salud del pueblo Colombiano?

¿SE ELIMINARÁ EL PAGO DE SERVICIOS CON LAS CESANTÍAS?

¿YA NO SE MULTARA NI SE VULNERARA LA AUTONOMIA DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD?
 
LO QUE DICEN LOS DECRETOS DE EMERGENCIA
 
Para cubrir las obligaciones derivadas de las prestaciones excepcionales en salud los afiliados también podrán utilizar parcial o totalmente el saldo sin comprometer, que mantengan en su cuenta individual de CESANTÍAS. Art 16 del decreto 128 de 2010.

Habrá sanciones para los médicos y odontólogos que ordenen procedimientos que estén fuera del POS o de los protocolos que el comité técnico genere. Artículo 31 del Decreto 131 de 2010.

LO QUE CAMBIARA SEGÚN ALVARO URIBE VELEZ Y EL MINISTRO DE DESPROTECCION

Ya no se utilizarían las cesantías para el pago de los servicios que hagan parte de las prestaciones excepcionales en salud.

Podrán eliminarse las multas a los médicos y Odontólogos, los protocolos solo serán un referente que los profesionales pueden utilizar en ejercicio de su AUTONOMIA

CONCLUSIÓN

Responsabilizamos al gobierno nacional por la actual crisis del sistema de salud y por la inminente agudización de la misma que pone en peligro la vida y el bienestar de los colombianos, nos solidarizamos con las agremiaciones de trabajadores de la salud por el conflicto laboral al que sabemos se van a enfrentar y rechazamos que sea la población mas vulnerable quien deba financiar la crisis actual, quien ha generado las ganancias de las EPS y quien ha muerto progresivamente en las entradas de los hospitales a la espera de una atención que ha sido negada de antemano por el interés de la oligarquía nacional que ha secuestrado al Estado, haciendo de los derechos fundamentales del pueblo negocios a merced de la rapiña del mercado.

Invitamos a la comunidad en general a que se unan en pro de la defensa de la salud, pero sobre todo de la Dignidad que como seres humanos merecemos y que unos pocos intentan arrebatarnos, a que trabajemos juntos para construir un verdadero sistema de salud, público incluyente, verdaderamente universal, integral y de calidad.

ABAJO LOS DECRETOS CREADOS BAJO LA EMERGENCIA SOCIAL EN SALUD

ABAJO LA LEY 100 DE 1993

POR UN NUEVO SISTEMA DE SALUD PÚBLICO, UNIVERSAL Y DE CALIDAD

Coordinadora de Estudiantes Universitarios de la Universidad Nacional de Colombia